El avión revolucionó la forma de viajar de las personas. Pasamos de tener que estar metidos horas y horas en coches o trenes a llegar en pocas horas a nuestros destinos. Sin embargo, alrededor de los viajes en avión se ha creado toda una leyenda de mitos. Seguro que te has hecho un montón de preguntas cuanto te subes a un avión, pues bien, nosotros vamos a intentar responderte a todas.
La puerta del avión puede abrirse durante el vuelo
Es falso. Las puertas del avión sólo pueden abrirse si la presión dentro y fuera de la nave son prácticamente las mismas, algo que no ocurre luego del despegue. La presión del aire a gran altura es peligrosamente bajo, por eso la presión de la cabina se incrementa de manera artificial durante el vuelo. Por otro lado, las puertas encajan y ni el pasajero más mazado podrá abrirla.
La tripulación de cabina puede arrestar a un pasajero
Esto es verdad y siempre que el comandante lo autorice. Lógicamente, esta situación se da cuando el pasajero en cuestión represente una amenaza para la seguridad del vuelo. Todas estas cuestiones se pueden aprender en cursos que hay destinados para tripulantes de cabina. En Facilities Airpot ofrecen una formación sobre cursos AVSEC Seguridad Aeroportuaria, Ingeniería Aeronáutica, Piloto Comercial, Tripulante Cabina Pasajeros, Formador AVSEC, con la que puedes aprender mucho.
Los aviones arrojan desechos humanos en el aire
Hasta la Administración Federal de Aviación (FAA) creó una hoja informativa para abordar este falso mito, afirmando que “es físicamente imposible para un piloto tirar un tanque mientras está en vuelo”. Si te golpean residuos, es casi seguro que proviene de un ave y no de un avión. Los tanques almacenan los desechos hasta que el avión toca tierra, siendo vaciados, así que puedes estar tranquilo porque tus residuos no acabarán volando por el cielo.
Nacimientos en el aire
Si naces a bordo, puedes volar gratis por el resto de tu vida. Por supuesto que es un mito. El rumor se extendió en 2009 cuando un bebé nació a bordo de un vuelo de AirAsia y la compañía de bajo coste decidió regalar tickets aéreos para la madre y su bebé de por vida. Pero hubo muchas otras situaciones similares en las que nació un bebé y el ansiado regalo no llegó. Así que si estás embarazada no intentes forzar porque tu hijo no viajará gratis.
¿Borrachos?
Es falso. Aunque es cierto que por la presurización y el aire más seco, el vino “se sube más rápido a la cabeza”. Está claro que si se tomas seis copas de vino acabarás bien contento, pero como puede ocurrir en cualquier bar.
Los tripulantes de cabina tienen que cumplir con ciertos requisitos de altura mínima y máxima. Si eso esto es cierto. Si eres muy alto y grande puedes tener problemas para moverte entre los pasillos del avión, mientras que si eres bajo no podrás alcanzar algunos lugares o coger pesos excesivos. Así pues, tira de metro para poder saber si podrás ser tripulante de cabina. Las medidas suelen estar entre 1,60 y 1,90 metros. En esta ocasión el tamaño sí importa.
Fila 13
No hay fila 13. Esta situación va a gusto de la empresa. Algunas compañías de vuelo sí deciden tenerla, huyen de cualquier tipo de superstición. Sin embargo, otras compañías prefieren no jugársela y por eso ponen la 13. Eso ya es cuestión de cada pasajero. ¿Sabes porque el 13 es gafe? Pues dicen que para muchas culturas lo es. Para los mayas era una cifra considerada como sagrada porque representaba las trece fases lunares. Por su parte, en el judaísmo este número también es considerado de mal augurio, pues trece eran los espíritus relacionados con el mal. Y para los cristianos porque representa la traición de Judas como apóstol número 13.
Aterrizajes de emergencia. Los motivos pueden ser muy diversos: fallo mecánico, indisposición de un pasajero, peleas entre ellos… Si escuchas un aviso por megafonía que obliga al avión a regresar a tierra, respira profundamente y no dejes que el pánico se apodere de ti.
Ahora seguro que tienes más claro eso de volar. Como puedes comprobar existen muchos mitos y verdades sobre los viajes en avión. Lo que está claro es que el volar sigue siendo una gozada.