¿Cuántos destinos maravillosos nos hemos planteado visitar que no se encuentran en nuestra provincia, comunidad autónoma ni país? ¡Seguro que muchos! No obstante, hay una barrera que siempre nos está limitando a la hora de hacer dichos viajes, y no es el dinero: es el idioma.
A pesar de que la mayoría de nosotros “chapurreamos” inglés, que está considerado uno de los idiomas más hablados del mundo, no todos hablan inglés allá donde vamos (y por supuesto, no todos entienden un inglés “chapurreado”). Es este problema, el que nos frena a viajar lejos de nuestro país.
Aun así, este problema presenta soluciones muy eficaces, y aquel que las conoce, puede ir a cualquier lugar sin tener que preocuparse en ningún momento por el idioma. Vamos a conocer cuáles son, y cómo podemos aplicarlas ¡no te lo pierdas!
Si vas a viajar al extranjero, domina el idioma básico.
Lo primero que te aconsejamos que tengas en cuenta a la hora de ir lejos de tu país, es que domines las palabras básicas que componen dicho idioma. Como hemos mencionado, está bien hablar algo de inglés y defendernos, pero si vamos a Roma, por ejemplo, debemos entender que no todos los italianos sabrán hablar inglés ni lo entenderán.
Por ello, debemos intentar en todo momento dominar las cuestiones básicas que nos ayudan a entendernos con otras personas allá donde vamos. De este modo, una vez hayamos determinado el lugar al que vayamos a viajar, deberemos aprendernos en dicho idioma estos conceptos básicos:
- Direcciones.
Las direcciones son lo primero que se aprende cuando queremos comunicarnos en otro idioma. Hoy en día podemos orientarnos mucho mejor que antiguamente, ya que disponemos de aplicaciones muy útiles compuestas por guías y rutas de cualquier lugar como Google Maps. Sin embargo, nunca está de más que podamos comunicarnos en otro idioma a través de las cuestiones básicas:
“¿Llego bien a tal destino por aquí?” “¿Cómo llego a tal sitio?”
Asimismo, debemos poder entender las indicaciones en dicho idioma. Aprender conceptos como “izquierda”, “derecha”, “al fondo”, “doblando la esquina”, “en la plaza”, “adelante” y “atrás” es muy útil.
- Saludos.
Aprender a saludar y despedirse es cuestión de educación. Cuando trates con las personas que residan en el lugar que visites y les saludes en su idioma, se sentirán mucho mejor contigo, ya que verán que estás haciendo el esfuerzo de intentar entenderlos en lugar de imponerles tu idioma.
- Peticiones.
Por supuesto, las peticiones como “¿Puedes traerme algo?” o “Por favor” son muy importantes, sobre todo a la hora de comer en algún sitio o comprar; decir “gracias” también es importante, ¡no lo olvides!
- Moneda, precio y consultas.
Es importante conocer la moneda del lugar y saber preguntar por los precios de los productos o servicios que queramos adquirir, más que nada para evitar que nos timen o nos equivoquemos al pagar por pura ignorancia lingüística.
- Horarios.
Por último, los horarios, junto con las direcciones, también pueden ayudarnos a llegar mejor a los sitios; también nos ayudan a evitar perder autobuses y mucho más. Para ello es importante reconocer la hora y los números en dicho idioma.
Sabemos que puede parecer demasiada información, pero por eso debemos cuidar este proceso con organización. Existen libros que pueden ayudarnos a aprender, y también aplicaciones muy útiles como Duolingo que nos preparan para defendernos a nivel básico en muchos idiomas.
Alójate en lugares que hablen tu idioma.
Elegir un alojamiento adecuado es completamente esencial a la hora de decidir tu viaje. Piénsalo: dormirás ahí, guardarás tu equipaje en dicho lugar y además probablemente comerás allí también. Sin lugar a dudas, en este sitio no vale con entendernos de forma básica: debemos también poder contar con que los trabajadores nos entiendan a nosotros.
Una solución muy práctica que nos proponen desde NordicWay es contar con los servicios de asesores inmobiliarios internacionales. De este modo, la gestión y organización de tu alojamiento será verificada y tratada en todo momento por personas que hablen tu idioma, por lo que no tendrás que preocuparte por malentendidos.
Otra opción es acudir a un hotel que incluya tu idioma entre los idiomas que hablen sus empleados. Hoy en día podrás diferenciar entre qué hotel, pensión u hostal es el más adecuado para ti gracias a aplicaciones y plataformas como Booking, Tripadvisor o Kayak, gracias a su sistema de filtros.
Por último, no podemos dejar de mencionar la plataforma de alquileres turísticos Airbnb, ya que destaca por su gran abanico de opciones a la hora de encontrar el anfitrión perfecto; podrás contactar con una persona que hable tu idioma y ésta se encargará de hacer que tu estancia sea lo más cómoda posible.
Usa traductores automáticos.
¡Los traductores automáticos de idioma ya existen, y son una pasada!
Ya tenemos a nuestra disposición muchas aplicaciones de traducción que puedes llevar contigo en tu móvil, como Google Translate, Microsoft Translator o iTranslate. Su modo de funcionamiento es sencillo: traducen lo que necesites, desde palabras sueltas hasta conversaciones fluidas; además, también pueden ayudarte a mantener conversaciones completas con personas de otros idiomas, gracias a sus funciones de traducción simultánea. De hecho, algunas de ellas te permiten incluso traducir mensajes de voz y ofrecen la posibilidad de escanear y traducir textos en letreros o menús ¡es genial!
Centrándonos en la app de Google Translate, por ejemplo, encontramos que es muy completa, ya que a día de hoy incluye 111 idiomas, siendo la más completa de todas las aplicaciones de traducción hasta la fecha. Por si fuera poco, también nos ofrece la posibilidad de descargar paquetes de idiomas para usarlos incluso si no tenemos conexión a internet, una característica muy útil cuando estás en un país extranjero con acceso limitado a datos móviles.
Busca señalizaciones en tu idioma o en inglés.
En muchos países, especialmente en destinos muy turísticos, las señales de tráfico, los mapas, señalizaciones y los menús suelen estar traducidos al inglés o al menos incluyen representaciones gráficas claras. Si te sientes perdido, una buena idea es prestar atención a los carteles y las señalizaciones, ya que muchas veces contienen información importante que no requiere del conocimiento del idioma del residente para ser entendida.
Por otro lado, los mapas siempre han sido y serán una herramienta esencial para cuando viajas a un lugar donde no hablas el idioma; por lo general, te permitirán orientarte y descubrir los sitios que quieres visitar sin necesidad de preguntar a nadie (si están actualizados, claro está). Además, con la función de GPS, sabrás siempre en qué lugar te encuentras.
Participa en excursiones guiadas.
Otra gran opción para viajar al extranjero sin hablar el idioma es unirte a excursiones o tours guiados. En muchos destinos turísticos, es posible encontrar tours en tu propio idioma o, al menos, en inglés, donde podrás disfrutar de explicaciones detalladas sobre el lugar que estás visitando. Participar en estos tours te ayudarán a entender mucho mejor todo: cada monumento, cada visita, etc. Además, no te sentirás solo durante tu viaje ¡puede que incluso hagas amigos de tu propio país que se encuentren también de excursión!
Pregunta en tu compañía de viajes si tu viaje tiene la opción de visitas guiadas en tu idioma. Si es así, no dudes en adquirir una de ellas ¡no te arrepentirás! Además, seguro que los guías turísticos te dicen un montón de curiosidades del lugar que te ayudarán a aprender más del entorno de forma cómoda y relajada.
Utiliza gestos y lenguaje corporal.
Parece una tontería, pero no subestimes jamás el lenguaje corporal ¡puede ayudarte a entenderte con cualquiera! Éste es universal y a menudo es capaz de expresar mucho más que las propias palabras. Si te encuentras en una situación en la que no puedes comunicarte verbalmente, no dudes en usar tus manos, gestos y expresiones faciales para hacerte entender. Señalar objetos, dibujar en el aire o usar mímicas puede ser sorprendentemente útil en ciertos casos.
Además, las personas suelen mostrarse muy comprensivas cuando ven que te esfuerzas por comunicarte, por lo que el uso de gestos o signos puede suavizar cualquier posible malentendido; de hecho, algunos estudios han demostrado que las personas entienden mejor a través de señales visuales y contextuales que solo mediante palabras.
Por si fuera poco, la gran ventaja de usar el lenguaje corporal es que es inmediato y no requiere aprendizaje previo: no importa dónde estés, las señales como asentir con la cabeza, señalar direcciones o expresar emociones con tu rostro son universales y siempre podrán ayudarte a romper cualquier barrera lingüística en el momento.
¡Y eso es todo! Como ves, todos podemos viajar a cualquier lugar sin tener que sacarnos el certificado más alto de inglés, y sin tener que gastar una fortuna en una academia de idiomas para aprender el idioma concreto. Con un poco de paciencia, conocimiento, planificación y sobre todo control de nuestras propias expresiones, podremos llegar a donde queramos, y lo mejor de todo: ¡Sin tener que temer por sufrir ningún malentendido!