Tengo que reconocer que tanto mi marido como yo somos unos apasionados de los viajes, nos encanta visitar nuevos lugares, ciudades, países, conocer nuevas costumbres y modos de vida, por lo que desde el nacimiento de nuestro hijo tuvimos claro que deseábamos que fuese bilingüe, que fuese capaz de entender y expresarse de forma clara y precisa tanto en español como en inglés. Por ello, intentamos desde su infancia en casa alternar el diálogo en los dos idiomas con el fin de favorecer su proceso de aprendizaje. Y ¿por qué estos dos idiomas concretamente? El español porque lógicamente es nuestra lengua materna y el inglés porque es el principal idioma de comunicación internacional, y dado que el español lo estudiaría y desarrollaría profundamente durante toda su etapa escolar, para el inglés decidimos inscribirlo en la academia de estudios Pupilos, de Sevilla, nuestra ciudad, donde cuentan con un equipo de profesores altamente cualificados, con una dilatada experiencia profesional y una atención personalizada a cada alumno, donde cada estudiante puede aprender y practicar sin problema alguno el idioma más difundido mundialmente.
Una forma muy interesante y agradable de aprender el inglés es ir de vacaciones a un país donde se hable como lengua materna, pudiendo ser en Inglaterra, Irlanda, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, etc., o como segunda lengua oficial, como ocurre en los casos de Canadá, Pakistán, la India, etc.
Si estás pensando en esta opción, un país que ofrece múltiples posibilidades es Irlanda, una pequeña isla con una gran oferta cultural, paisajística, de ocio e historia, con ciudades importantes como Dublín, Galway o Belfast (Irlanda del Norte) o también con pequeños pueblos que basan su economía en la ganadería, o en la pesca.
Qué ver en Dublín
Si al final te decides por fijar tu punto de alojamiento en Dublín, deberás tener en cuenta que es una ciudad tremendamente joven, con un ambiente estudiantil inmejorable y dotado con un amplio mosaico de nacionalidades cuyo objetivo primordial es perfeccionar su nivel del idioma. En ella podemos visitar numerosos lugares de interés, entre los que destacaremos:
- La Catedral de San Patricio, es la mayor de las dos catedrales con que cuenta Dublin y la mayor iglesia de Irlanda. Está construida sobre una pequeña iglesia de piedra que sustituyó a su vez a un templo de madera incendiado que databa del siglo V. Se erige junto a un pozo en el que San Patricio, Patrón de Irlanda y a quien está dedicada, bautizaba a los paganos convertidos al cristianismo allá por el año 450. Fue restaurada a partir de 1860 gracias a los generosos donativos de Sir Benjamin Guinness, nieto del fundador de la conocida marca de cerveza Guinness.
- La Catedral Christ Church, también conocida como Catedral de la Santísima Trinidad, es la otra concatedral de Dublín, y la más antigua de las dos. En su interior se halla una enorme cripta que data del siglo XII, y que es la estructura más antigua de Dublín que se mantiene en pie.
- Trinity College. Es la universidad más antigua de Irlanda, fundada en 1592 por la reina Isabel I, sobre un monasterio agustino, siendo en sus inicios únicamente para los protestantes, actualmente admite alumnos católicos. Situada en pleno centro de la ciudad, su campus con hermosos jardines ocupa una superficie de 190.000m2. Su famosa biblioteca tiene la mayor colección de manuscritos y libros de Irlanda.
- Dublinia es un centro cultural donde se pueden visitar las exposiciones sobre la época vikinga y la Edad Media.
- Carcel de Kilmainham, construida en 1796 fue testigo de la lucha por la independencia del país, donde su último preso liberado en 1924 llegó a ser Presidente de Irlanda.
- O´Connell Street, es la calle principal de la ciudad y una de las más comerciales. En ella se encuentran edificios tan importantes como la Oficina Central de Correos, lugar donde se proclamó la República de Irlanda o la estatura del líder nacionalista que da nombre a la calle Daniel O’Connell.
- El Castillo de Dublín, situado en el centro de la ciudad. Actualmente funciona como lugar de recepciones oficiales, aunque según la época fue desde un asentamiento vikingo, hasta la residencia de la familia real pasando por una fortaleza militar.
- Un recorrido que no podemos dejar de realizar es la visita a uno de los barrios más antiguos de la ciudad, el Temple Bar, hoy reconvertido en la mayor zona de ocio de la ciudad con sus numerosos pubs, con música en vivo repletos de turistas y lugareños.