Ya somos muchos los que reservamos los viajes en agencias online para ahorrarnos unos euros y organizar nosotros mismos el vuelo que queremos tomar y el hotel donde queremos dormir pero cada día hay más personas que se instalan novedosas aplicaciones en los móviles que les ayudan a moverse por la ciudad destino, reservar mesas e restaurantes, comprar tickets y entradas a monumentos o museos, etc.
El turista digital está revolucionando la industria de los viajes y la tendencia va ir en aumento por lo que, podríamos decir, que el futuro de este sector también está en el mundo online. Según datos estadísticos, el 45% de los viajeros usa una aplicación móvil para planear la escapada, el 52% la utiliza en el destino y el 70% comparte después sus fotos del viaje así que, si tenemos en cuenta que el uso de este tipo de aplicaciones no está realmente generalizado ¿qué ocurrirá de aquí a unos pocos años?
La población, o al menos los usuarios de Internet, se ha dado cuenta de que reservar tus viajes de manera online puede ahorrarte unos euros o ayudarte a conseguir, con el mismo presupuesto, mejores hoteles que los que conseguirías en una agencia de viajes física y el motivo es muy sencillo: la agencia física paga sueldos de empleados y agentes de viajes que dedican su tiempo a organizar tu viaje, lo cual está muy bien, pero en las agencias online eres tú quien realiza el trabajo y, por tanto, puedes dedicar ese porcentaje de dinero que suelen ganar las agencias de viajes físicas a buscar un mejor hotel o darte un homenaje en el viaje.
Una de mis ciudades favoritas, a nivel nacional, es Barcelona. Nunca me canso de ir porque me paso los días visitando lugares y aun así, cuando regreso un par de años después o tres, sigo teniendo ganas de volver a visitarlos. He estado cuatro veces en el Parque Güell, dos visitando la Pedrera, una en el museo de cera, dos en el oceanogràfic, etc. y tengo ganas de volver a ir una vez más. En cada uno de mis viajes me he alojado en sitios muy diferentes, desde casas rurales hasta hoteles de lujo en el centro de la ciudad condal, pero las dos últimas veces lo hice en boriabcn.com/en y pagué mucho menos en mi segunda estancia que en la primera precisamente por el motivo que os comentaba. La primera vez reservé con una agencia de viajes que me organizó todo, muy buena por cierto, y en la segunda ocasión, como me había gustado tanto el hotel, quise repetir pero busqué la reserva por Internet y ¡voilá!, me salió bastante más económica.
Por este motivo, y otros que si me pongo a pensar seguro que encuentro, estoy segura de que las agencias de viajes físicas se van a quedar para la población de más de 45 años que aún no se maneja muy bien en el mundo cibernético y para una clase social y económica media-alta que prefiera pagar un poco más por su viaje y que se lo organicen todo. Es más, creo fervientemente que las agencias físicas que se especialicen en algo sobrevivirán y trabajarán muy bien, mientras que aquellas que tocan un poco de todo irán desapareciendo con el paso del tiempo y si no ya lo comprobaréis vosotros mismos.