Con la llegada del verano y las vacaciones, aumentan los viajes y trayectos por carretera, así como desgraciadamente los siniestros. Por ello antes de emprender un viaje, la Dirección General de Tráfico y los expertos en automoción, recomiendan poner a punto tu vehículo.
Puedes hacerlo tú mismo o confiar tu seguridad y la de los tuyos en los profesionales, como Gresalba: el taller mecánico de Volvo en Madrid (concretamente en el distrito de Argüelles) con el que tendrá acceso a los mejores profesionales especializados en el sector del automóvil y encontrará la mejor oferta de servicios Volvo de toda la provincia. En este taller cuidan de tu coche con un alto servicio de calidad en sus mantenimientos y reparaciones por su personal altamente cualificado y adaptado a las tecnologías más innovadoras.
Elementos clave que conviene revisar antes de comenzar un viaje en coche
- Los neumáticos: quizá es el elemento más importante que hay que tener en cuenta, ya que es el punto de agarre del vehículo con es asfalto. Así que si están desgastados o la presión no es adecuada tu coche no responderá como se espera. Para que tu vehículo responda a la perfección, los neumáticos deben tener al menos una profundidad de 3 mm. En muchas ocasiones la gente piensa que es mejor pasarse de presión que quedarse cortos, pero en realidad tanto el exceso como el defecto de presión son perjudiciales. Los neumáticos deben tener la presión justa, ya que si nos excedemos en la presión del inflado las ruedas se desgastarán de forma irregular (más por el centro que por los lados). Por el contrario, si nos quedamos cortos en el inflado de las ruedas, los neumáticos cogerán temperatura rápida y se desgastarán rápidamente (más por los lados que por el centro). Además, si la presión es la idónea ahorraremos en combustible.
- El aceite: tener un nivel de aceite adecuado en el coche es fundamental porque es la fuente de vida del motor y permite que todas las piezas lubriquen a la perfección. Hay que revisarlo cada cierto tiempo para evitar posibles averías. Para ello, el motor debe de estar apagado y frío. Una vez frío coge la varilla de medición y comprueba que el aceite se encuentra entre el mínimo y el máximo.
- Los frenos: si te has percatado que tus frenos no funcionan como deberían o los discos chirrían acude a tu profesional de confianza. Al igual que ocurría con el nivel de aceite, el nivel del líquido de frenos debe ser el adecuado.
- Los faros: las luces son un elemento muy importante en la conducción, permiten dislumbrar en la oscuridad y sobre todo, ser visto por los demás. Cabe la posibilidad de llevar algún foco fundido y poner en peligro tu seguridad y la de los que te acompañan, en tal caso cámbia la bombilla urgentemente.
- La batería: la batería del coche tiene una vida útil determinada, si no quieres quedarte tirado en cualquier cuneta. Acude a un taller especializado para que comprueben si tu batería todavía tiene vida suficiente o es necesario cambiarla.
- El limpiaparabrisas: es muy habitual tener poco líquido limpiaparabrisas y que los cristales no se limpien correctamente, restando visualidad. Y más con lluvia y las típicas tormentas de verano, aunque parezca un elemento residual es importante.
- La alineación: el coche debe circular recto y no desviarse hacia los lados. Esto puede deberse a pequeños golpes, como subirse a un bordillo. Si detectas que la alineación no es la correcta o como antaño debes arreglarlo.
- Los amortiguadores y la suspensión: cuando los amortiguadores se estropean, cualquier bache pude convertirse en tu peor aliado.
- Intermitentes: comprueba que funcionan de manera correcta y anticipan a los demás de tus movimientos.
En definitiva, no dejes la seguridad de tu vehículo a un lado y pongas en peligro tu seguridad y la de los que viajan contigo. Acude a los profesionales y expertos para que comprueben todos los elementos detallados con anterioridad si no te ves capaz de hacerlo tú mismo.