Este post está dedicado a todas aquellas personas que no pueden, por el motivo que sea, cogerse varios días de vacaciones este verano. Pero esto no significa que no puedan hacerse una escapadita de fin de semana. Que además, los que son de interior y no tienen la suerte de tener piscina, pueden morir de calor, además de aburrimiento, si no se permiten una viajecillo de vez en cuando para desconectar de la ciudad, del incesante ruido y de las obligaciones diarias. Puede que un fin de semana no sea mucho tiempo, pero oye, algo es algo. Y un consejo para los afortunados y afortunadas con piscina en casa, no olvidéis cubrirla una vez hayas terminado de usarla y sobre todo si vas a salir unos días. O al menos así lo aconsejan en Cubiertas para piscinas Pipor, especializada en el diseño, desarrollamos, fabricación, transporte e instalación de cubiertas versátiles de la máxima calidad y resistencia, destacando por sus diseños atractivos, además de funcionales. Aclarado esto, ya podemos empezar a planificar el viaje.
Lisboa, la ciudad de la luz
No solo es una de las ciudades más bonitas de todo el mundo, sino que además, Lisboa, es una de las más luminosas. A los españoles y españolas, les encanta, y al resto del mundo igual, no en vano la visitan millones de turistas. Es el destino ideal para una escapada de fin de semana ya que se encuentra a pocas horas de cualquier parte de España, y es posible conocer, al menos, los lugares más emblemáticos, en tan solo dos días. Te quedarán ganas de más, pero siempre puedes volver otro fin de semana y visitar otros lugares.
Lisboa en un fin de semana
1. El Puente 25 de Abril
Puedes empezar tu visita en el Puente 25 de Abril, que es el puente colgante más largo de Europa, con 2.277 metros de longitud. Si vas a Lisboa, tienes que verlo, de noche es impresionante.
Es una de las zonas más chulas de Lisboa, y por la noche, puedes cenar en alguno de sus restaurantes, en los que podrás alucinar con su estupenda comida, su vino verde y su ginjinha, un licor de guindas, que está súper bueno, pero ojo, que emborracha, sobre todo mezclado con el vino verde y con las caipirinhas, también típicas de la ciudad de la luz. Si te gustan los fados, El Barrio Alto, te ofrece infinidad de espectáculos diferentes, y todo tipo de música en directo.
En el Barrio Alto se encuentra el famoso Mirador de San Pedro, y si bajas por la Rua Pedro de Alcántara, te encontrarás con la Iglesia de San Roque. Es una preciosidad.
3. La plaza del Comercio
Si sigues tu ruta por la Rua de la Misericordia, te encontrarás con la Rua de Arsenal, que conduce a la espectacular Plaza del Comercio. Te encantará, te lo aseguro. Es la más popular y también la más importante de Lisboa y tiene unas impresionantes vistas al río Tajo. Al norte, está el Arco da Rua Augusta, donde empieza la calle del mismo nombre, y es la calle más importante de La Baixa. Y justo en medio de la plaza se levanta la estatua ecuestre de Jose I.
¿No te estás imaginando dando un sensacional paseo la atardecer cruzando el río Tajo?
4. La Rua Augusta y el Mirador
Si cruzas el arco de camino por la Rua Augusta, te encontrarás con el elevador de Santa Justa. Es un poco caro, pero merece la pena, porque las vistas desde esa altura son absolutamente impresionantes. Podrás comprobar por ti mismo por qué esta ciudad tiene la fama que tiene, sin lugar a dudas, merecida.
5. La plaza del Rossio y de Figueira
Después de conocer el Mirador de Santa Justa, el siguiente destino es la Plaza del Rossio, que oficialmente se llama Plaza de Don Pedro IV, ly es la zona con más vida de la ciudad. Hay infinidad de tiendas, bares y restaurantes… Si te gusta la marcha, disfrutarás un montón.
6. Barrio de Alfama y el mirado de Santa Luzia
Recorrer el barrio de Alfama en tranvía es una auténtica delicia. Tu siguiente destino es el Mirador de Santa Luzia, que ofrece unas espectaculares vistas de la ciudad.
7. El Castillo de San Jorge
Desde el Mirador de Santa Luzia puedes dirigirte al Castillo de San Jorge, una construcción que data del siglo V. Cuenta con un pequeño museo, pero lo mejor son sus fantásticas vistas desde sus almenas y miradores.