A la hora de viajar, sobre todo si lo hacemos por primera vez, son muchas las dudas que nos aparecen por nuestra cabeza y es que cada compañía es un mundo y, si nos descuidamos, podemos llegar al aeropuerto y tener importantes problemas para poder volar, al menos, al precio que teníamos comprado el billete.
Si bien es cierto que todas las compañías nos dejan facturar equipaje, lo cierto es que hacerlo puede llegar a salirnos por un ojo en la cara, es por ello que antes de volar debemos de informarnos a conciencia de todas aquellas restricciones, medidas y pesos que nuestra compañía nos permite y, además, debemos de hacerlo cerca de la fecha del vuelo, puesto que, algunas aerolíneas cambian constantemente su política de equipaje, con independencia de las compras de pasajes que hayan hecho sus clientes con anterioridad. Además, por motivos de espacio, algunas empresas que nos permiten llevar equipaje de mano en la cabina, a la hora de entrar al avión nos lo pueden retirar para que este vaya en bodega, alegando falta de espacio, aunque en este caso no puede tener coste añadido.
Como veis, tal y como os hemos ido adelantando, volar puede llegar a suponernos un verdadero quebradero de cabeza, sobre todo en caso de que no tengamos bien claras cada una de las condiciones que tenemos como clientes, con las compañías aéreas a las que les contratamos sus servicios. Tal es el caos que en algunas webs podemos encontrar las medidas del equipaje de mano de las aerolíneas principales que operan en nuestro país y es que hay que tener cuidado ya que, tal y como os adelantamos, desde el 1 de noviembre del 2018, compañías como Ryanair cobran por subir las maletas a la cabina, de tal forma que lo que ellos consideran equipaje de mano lo podemos llevar sin coste alguno, siempre y cuando, este vaya en bodega.
Pero, ¿qué es lo que nos puede pasar si nosotros tenemos una empresa y debemos de transportar grandes cantidades de material? Os ponemos un ejemplo muy claro y sencillo, imaginaros que nosotros somos los propietarios de una tienda de moda en Londres y acudimos a Madrid porque sabemos que Liquistocks tiene buenas ofertas en grandes lotes de productos y, tras hablar con ellos, nos interesa un palé de americanas que tienen en stock, ¿cómo debemos de hacer para poder llevarlo a Reino Unido? A simple vista se nos ocurre que podríamos llevarlo por carretera a través del túnel del canal de la Mancha, sin embargo, esto requeriría un gran número de días por lo que optamos por llevar la mercancía por avión. Llegados a este punto es donde debemos de ser conscientes de que, si tratamos de facturar el palé, al día siguiente es probable que tengamos que cerrar nuestra empresa por el gran coste que ello nos supondría, es por ello por lo que deberíamos de acudir a los servicios de una empresa de logística para que nos lo lleve, mientras que nosotros regresaremos en nuestro vuelo comercial normal.
Esta necesidad se debe a que las compañías aéreas penalizan de forma muy contundente que los pasajeros lleven equipajes voluminosos y pesados, por lo que, en algunos casos, sobre todo, en vuelos transoceánicos, puede llegar a ser más caro lo que paguemos por facturar una maleta que el pasaje en sí. Además, a la hora de volar debemos de tener en cuenta que, aunque facturemos nuestra maleta, no todo vale y es por ello que tenemos que tener claras cuales son las prohibiciones que tenemos a la hora de volar, a fin de no llevarnos sustos antes de despegar o nada más tomar tierra.
¿Qué objetos están prohibidos en un avión?
A la hora de tomar un vuelo debemos de tener claro que hay una serie de objetos, los cuales está prohibido que se transporten y que son, entre otros, los siguientes: explosivos, líquidos inflamables, sólidos inflamables y sustancias reactivas, oxidantes y peróxidos orgánicos, sustancias tóxicas o infecciosas, material radiactivo, corrosivos, pilas y baterías de litio, así como también cigarrillos electrónicos, herramientas, instrumentos contundentes, armas de fuego, dispositivos para aturdir… En definitiva, una serie de elementos obvios pero que está regulada su prohibición a fin de garantizar la seguridad del resto de los pasajeros del vuelo en cuestión.