Egipto es uno de mis sueños como viajera. Nunca he tenido la oportunidad de ir y cada vez es más complicado, tanto por el clima político como por la seguridad del país, o más bien por la falta de ella. Ahora bien, dejando eso a un lado, he de decir que soy afortunada porque he visitado uno de los dos países que más ilusión me ha hecho siempre:
Tailandia. Nos alojamos en el hotel
The Sarojin. Quien lo conozca sabrá que es un hotel de lujo pero tiene una ventaja sobre otros muchos resorts similares: su precio. Es realmente económico. Lo mejor el hotel era el encanto que tenía. Sus muebles de interior me recordaron mucho a los de esta
tienda de muebles online donde me compré hace años el salón, y los muebles de exterior, todos de mimbre, podrían haber sido sacados del catálogo de
Borrás Hermanos, todo precioso la verdad. Un lujo que pude disfrutar sin gastar lo que probablemente habría pagado de haber estado en otro país más occidental.