Aunque la venta de spas y los masajes orientales se han puesto de moda en los últimos años gracias a fantásticos centros como Caldarium o Evasiom Spa, en realidad estos tratamientos forman parte de una tradición milenaria habitual entre las clases altas (aristocracia y alta burguesía) antes de la Primera Guerra Mundial. Tiene su origen durante la época romana y debe su nombre al pueblo belga de spa, aunque muchos opinan que es un acrónimo de “sanitas” o “salus per aquam”, del latín “salud por agua”.